Fernando Navarro

  • 02 Octubre, 2019
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Fernando R. Navarro

El 23 de agosto de 2014 repentinamente, debido a una corta enfermedad, falleció el Dr. Fernando Navarro, un referente de la entomología argentina, en especial del estudio de los lepidópteros. Realizó sus estudios de Licenciatura y Doctorado en Ciencias Biológicas en la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, investigando siempre sobre taxonomía y filogenia de lepidópteros nocturnos.


Desde épocas tempranas se involucró en actividades de conducción en el ámbito universitario, primero desde el Consejo Directivo de la Facultad, siendo elegido Vicedecano, y luego integrando el Consejo Directivo del Instituto Superior de Entomología. En los últimos cuatro años fue Codirector de la Maestría en Entomología de la UNT y Secretario de Posgrado de la Facultad, desempeñando una tarea relevante, y desde mayo había comenzado a desempeñarse como Secretario Académico también en la Facultad. Realizó toda su carrera docente en la Cátedra de Entomología, en la que comenzó como Auxiliar Estudiantil llegando a ocupar el cargo de Profesor Adjunto. Además era investigador del CONICET.

Durante más de 30 años las distintas generaciones de estudiantes de biología y el profesorado pudieron apreciar y gozar su calidad de docente, disfrutando de sus clases, a veces algo extensas pero siempre muy amenas e interesantes, en las que compartió sus grandes conocimientos sobre los artrópodos.

Paralelamente a su actividad académica realizó siempre, incluso desde antes de ingresar a la Facultad, una profusa actividad musical, cantando y tocando distintos instrumentos, pasando por variados estilos musicales. En muchas oportunidades pudimos escuchar los armoniosos sonidos de la flauta dulce provenientes del jardín del Lillo o de su laboratorio.

Fernando fue siempre una persona sencilla, entusiasta, muy alegre, de trato cordial y conciliador, lo que le valió el respeto y reconocimiento de todos. Mostrando además una gran facilidad para ganar amigos en los distintos ámbitos en los que se desenvolvió.

Formó una linda familia junto a su esposa Adriana y sus tres hijas, por quienes sentía un gran orgullo y las tenía presentes en forma permanente.
Si bien Fernando nos dejó tempranamente, cuando todavía tenía mucho por dar, su calidad humana y académica dejaron en sus discípulos, colegas y amigos un gran recuerdo que será imposible de olvidar.

 

Guillermo L. Claps